domingo, 27 de mayo de 2012

El somnífero Alatriste

Encuentro a mi padre recostado leyendo por tercera o cuarta vez uno de los libros de la serie "El Capitán Alatriste" de Arturo Pérez-Reverte.
"Papá, qué estás haciendo, ¿te has vuelto masoquista?" - Le pregunto sorprendido.
"No" - me aclara - "me ayuda a dormirme".

Recuerdo cuando leí el primer libro de la serie a los 15 o 16, lo confieso: me gustó. Pero luego leí el segundo y el tercero y casi muero del aburrimiento. Se repite y repite, expone la situación de decadencia de España del Siglo XVII, una y otra vez. No tengo paciencia para los escritores que toman al lector por tonto, que tienen que explicarte veinte veces lo que queda claro la primera vez. El cuarto libro ya no llegue a leerlo. No conozco a nadie que haya leído los seis, ya me gustaría preguntarle a alguno que haya conseguido tal hazaña cómo lo logró, si acaso lo hizo por placer o como remedio contra el insomnio.

Al primer libro de la serie, que en su momento disfruté, le perdí el respeto después de leer "Los tres mosqueteros" de Alejandro Dumas. Entonces descubrí que la obra del español no es más que una muy burda adaptación del francés. Mi recomendación: si les gustan las novelas de ambientación histórica, con audaces espadachines e intrigas en la corte, vayan directamente al original.

Y hablando de Reverte y Dumas, otro bodrio del mismo autor: "El Club Dumas". Sigue dos tramas paralelas: la desaparición de un misterioso manuscrito de Alejando Dumas y una serie de asesinatos satanistas. Deja al lector en suspenso durante centenares de páginas, preguntándose que cuernos tendrá que ver una con la otra, cual es la misteriosa conexión. Llegas al final y la gran sorpresa: no hay ninguna relación. Uf, qué postmoderno, una novela de misterio donde el misterio es que no hay misterio. Qué estafa, no es para eso que uno compra un libro de ese género. Me quedó la sensación de que al empezar el libro el autor quería entrelazar ambos argumentos pero se le complicó y al final no se le ocurrió cómo. Hace bien Roman Polanski en la versión cinematográfica "La novena puerta", al escoger sólo una de las tramas (la satánica) e ignorar la otra por completo. Aún así, ni un genio como Polanski puede producir algo que valga la pena partiendo de tan pobre materia prima, la película también es un embole.

El que sí me gustó de Pérez-Reverte es "La Tabla de Flandes". Asesinatos según los movimientos de una partida de ajedrez plasmada en un lienzo holandés. Muy buena premisa.

1 comentario:

  1. Sólo me leí el primero y me apetecía comprarme el resto de la serie pero ahora ya me has echado atras. Para película mala, mala, mala la de Alatriste. Para tener a Aragorn con acento argento-danés mejor que probaran con algún actor español al azar.

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